Decirle sí a lo que es
Tantas veces nos resistimos a nuestro presente, sea cual sea.
A veces me encuentro contándome internamente - y en loop - cómo las cosas no deberían estar siendo de la manera en que las veo. Como si estuviera buscando convencer a un oyente interior de cierta injusticia.
Y hasta cuando estoy a gusto con mi presente, la mente se me puede colar fácilmente para decirme cosas como “Bueno, cómo puedo hacer para que esto tan lindo dure en el tiempo?” Y así, abriéndole la puerta a la preocupación, paradójicamente ya me pierdo de disfrutar la belleza de lo que se estaba dando.
Pero tenemos la capacidad de modificar este condicionamiento para, de a poquito y con mucho Amor, dejar de responder ciegamente a la vida con resistencia.
Al decirle “Sí” a la vida tal cual está siendo en este momento, volvemos a conectar con nuestra Paz interior.
Y decirle “Sí” no necesariamente implica estar de acuerdo, sino:
Dejar de resistir.
Entregarnos con confianza.
Ser testigos del curso de la vida, sin interferir.
Qué alivio para nuestras agotadas mentes darnos cuenta que tanto esfuerzo no era necesario!
La práctica de Yoga nos ofrece una gran oportunidad para ensayar estas actitudes a nivel físico.
Al permanecer en una postura de estiramiento, en lugar de resistirnos a la incomodidad del estímulo muscular, podemos disponernos a habitar lo que la asana nos trae. Invitar, desde ahí, a cada pequeña zona de nuestro cuerpo a rendirse, a dejar de resistirse, ofreciéndole nuestra respiración y presencia como colchón.
Y así notaremos como algo cede, algo se expande, algo se transforma.
El poder del flujo vital actúa ya sin bloqueos,
y pasamos a ser testigos de algo Maravilloso