Sanar el Trauma: Un camino paso a paso hacia la Seguridad y la Resiliencia
Cuando reconocemos una herida de trauma en nuestro interior, es natural que emerjan diferentes partes dentro de nosotros. Por un lado, existe una parte que anhela sanar, avanzar y dejar atrás el dolor. Pero, al mismo tiempo, también hay otra parte que teme reabrir esa herida y exponerse a un nuevo dolor o re-traumatización. Y este miedo no es menor: ¿cómo una parte nuestra va a querer revivir algo que en su momento nos abrumó tanto?
La clave para la sanación está en cómo nos acercamos a esa herida. No se trata de enfrentar el trauma de golpe ni de buscar una gran catarsis, ya que esto podría ser demasiado abrumador y activar nuestras defensas autónomas. En su lugar, podemos adoptar un enfoque gradual y seguro, donde la resiliencia se construya con cada pequeño paso.
Sanar No Es Soltar, Es Re-Negociar
A veces confundimos la sanación con la idea de soltar o borrar el pasado. Es comprensible, ya que muchas veces lo que más deseamos es dejar de cargar con aquello que pesa. Sin embargo, el trauma no se libera de un momento a otro, sino que puede re-negociarse. Nuestro sistema nervioso puede encontrar nuevas formas de procesar y sostener el impacto, integrándolo sin que nos abrume.
Para esto, el cuerpo necesita estar incluido en el proceso. El trauma no es solo una experiencia emocional o mental, sino también neurofisiológica. No basta con entender racionalmente lo que nos sucedió; necesitamos permitir que el cuerpo encuentre nuevas vías de regulación y bienestar a través de la escucha de nuestras sensaciones corporales e impulsos.
La Seguridad Sentida Como Vía de Sanación
Uno de los aspectos más importantes en el proceso de sanar un trauma es la seguridad sentida. Para que el sistema nervioso pueda reorganizarse, necesitamos construir espacios internos y externos donde la seguridad pueda ir ganando terreno de manera genuina y sostenida.
Sanar no significa revivir el trauma, sino aprender a estar con nuestra experiencia sin que nos desborde. Esto se logra trabajando con pequeñas porciones de activación y apoyándonos en nuestros propios recursos. Así, podemos establecer una diferencia entre el pasado y el presente, entre lo que antes nos desbordaba y lo que hoy podemos empezar a sostener.
La Potencia De Ir De A Poco
Cuando permitimos que el proceso sea gradual, empezamos a notar cambios profundos. Por ejemplo, el miedo deja de convertirse en parálisis. No desaparece del todo, pero podemos empezar a convivir con él desde un lugar de mayor capacidad y presencia.
Algo así como poder decir: "Percibo el temblor, percibo el miedo… y me doy cuenta de que ahora puedo con esto."
Cada pequeño paso en este camino de sanación nos permite recuperar nuestra sensación de seguridad y conexión con nuestro cuerpo. No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo posible, a nuestro ritmo y desde un lugar de autocuidado y respeto por nuestra propia historia.
Transforma tu Vida Ahora
Sanar el trauma no es un destino al que se llega de un solo paso, sino un camino que se transita con paciencia y compasión. Es un proceso que, aunque a veces desafiante, nos devuelve a nuestra potencia y resiliencia.
Te acompaño en este viaje de reconectar con la seguridad en el cuerpo y recuperar el equilibrio que te pertenece.
Si resonás con las reflexiones de este artículo y buscás un cambio significativo en tu vida, estoy acá para ayudarte.
Ya está disponible mi Curso On Demand: Sistema Nervioso y Trauma Se trata de un recorrido teórico y práctico, compuesto por 6 videos, en los que conocerás los principales aportes de grandes referentes de la Terapia Somática para sanar heridas de Trauma.
Además, como Counselor especializada en Terapia Somática ofrezco sesiones 1:1 diseñadas para acompañarte en tu camino de bienestar emocional y transformación personal.
¡Contactame hoy para dar el primer paso hacia una vida con mayor bienestar